Aceite del Bajo Aragón
Aceite del Bajo Aragón turolense.-
El aceite del Bajo Aragón se produce y elabora en la Comarca situada al norte de la provincia de Teruel. Su principal variedad es la Empeltre, que ocupa casi el 90 por ciento, acompañada por la Arbequina y Royal en pequeñas proporciones.
El aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón Turolense tiene un atractivo color que oscila entre el amarillo dorado y el oro viejo. Su gusto es frutado al principio de la campaña, recordando su sabor y aroma la fragancia del fruto del olivo y, en el transcurso de la misma se vuelve ligeramente dulce, transparente y con un sabor suave muy agradable.
Son muy apropiados para consumo directo, en ensaladas u otros platos de aliño.
Aceite del Bajo Aragón zaragozano.-
La comarca del Bajo Aragón en la provincia de Zaragoza, se puede subdividir en cuatro zonas: Caspe, Fayón y Mequinenza, Sástago y por último Belchite y Codo.
En las tres primeras zonas los aceites proceden casi en su totalidad de aceitunas de la variedad Empeltre. Su aceite es de color dorado, aroma frutado, sabor agradable y muy transparente.
En la zona de Belchite y Codo el aceite procede casi en un 85 por ciento de la variedad Empeltre, denominada “fina” en la zona. Son aceites de color amarillo, olor a fresco y un agradable sabor franco, ligeramente frutado.
La comarca aragonesa de Bajo Aragón.-
El Bajo Aragón es una comarca natural al sur de la provincia de Zaragoza y al norte de la provincia de Teruel. Se extiende desde el río Ebro hasta las últimas estribaciones del Sistema Ibérico.
Su amplio territorio, de unos 6.000 km2 de superficie, aparece surcado de Sur a Norte por los ríos Martín, Regallo, Guadalope y Matarraña que desembocan en el Ebro. Los ríos Aguasvivas, por el Oeste, y Algars por el Este sirven de delimitación territorial con las provincias de Zaragoza y Tarragona, respectivamente.
Su población actual se dedica especialmente a la agricultura, la ganadería y el comercio.
El Bajo Aragón presenta un paisaje típicamente mediterráneo que, en buena parte, ha sido transformado por una intensa actividad agrícola -cereal, vid, olivos y almendros, fundamentalmente-.
Es un territorio seco, con bajas precipitaciones, entre 350 y 400 mm. anuales y una altitud que oscila entre los 300 y los 1.000 metros -en los puertos de Beceite- sobre el nivel del mar.
En el Bajo Aragón es todavía posible contemplar y disfrutar de una diversidad de ecosistemas de gran valor ecológico y ambiental en zonas áridas o esteparias -con sus características “saladas” o lagunas de carácter endorreico-, zonas húmedas -ríos, lagunas y embalses como el Mar de Aragón en el río Ebro- y montes de espesa vegetación en los que predomina el pino carrasco. En estos ecosistemas tanto la flora como la fauna poseen una riqueza y diversidad poco habituales en muchas zonas de nuestra península.
Los orígenes históricos.-
Las primeras ocupaciones bien documentadas tienen lugar a partir del Epipaleolítico y Neolítico, época en la que se sitúan las magníficas muestras de arte rupestre levantino existente en distintas zonas de la comarca.
El Bajo Aragón conserva una gran riqueza arqueológica como consecuencia de la densa ocupación de su territorio desde la Prehistoria reciente a nuestros días, siendo especialmente significativas e importantes las épocas ibérica y romana.
La organización municipal y administrativa del territorio actual data de la reconquista, entre los siglos XII y XIII, con un especial papel desempeñado por las órdenes religioso-militares -Calatravos, Temple, del Hospital, Santiago, etc.-.
Los siglos XVI y XVII fueron de especial apogeo económico y cultural que en algunas zonas se prolongó a lo largo del XVIII gracias a los beneficios obtenidos del cultivo del olivo.