Ribera del Duero
Denominación de Origen Protegida Ribera del Duero.-
Ribera del Duero, vinos amparados por la Denominación de Origen Protegida, son de los más longevos de España, van desde los rosados y jóvenes tintos a los envejecidos.
La elaboración de los vinos protegidos se realizará con uvas de las variedades siguientes: Tempranillo o Tinta del País, Cabernet, Sauvignon, Garnacha tinta, Malbec, Merlot y Albillo.
Las especiales condiciones de la zona de producción de los vinos de la Ribera del Duero se unen a las características propias de la variedad Tempranillo que en esta zona se la conoce como Tinto Fino o Tinta del País. Esta variedad constituye la columna vertebral de los vinos de Ribera de Duero. La adaptación de la variedad Tempranillo a la zona de producción la convierte en autóctona, confiriendo a la materia prima unas especiales condiciones para la consecución de vinos finos y de guarda, que el consumidor viene apreciando desde hace siglos y que hoy son unos de los vinos más apreciados del mundo.
Características organolépticas de estos vinos castellanos.-
- Vinos rosados: visualmente tienen que ser limpios y brillantes. En el olfato son francos y afrutados y en el gusto son refrescantes, ligeros, con acidez adecuada y equilibrada.
- Vinos tintos jóvenes: visualmente son limpios, brillantes y de capa adecuada, con colores que denotan juventud. En el olfato tienen que ser intensos, afrutados y francos, y en la fase gustativa son equilibrados, bien estructurados, vivos y de adecuada acidez.
- Vinos de guarda: estos vinos en la fase visual tienen que ser limpios, con capa y color adecuados a su categoría. Olfativamente son francos, intensos, con aromas compensados de fruta y madera. En el gusto son equilibrados, estructurados y con larga persistencia. Son vinos muy complejos que entremezclan los aromas fundamentales de la variedad Tinto Fino, con los tonos aportados por el roble de las barricas durante su envejecimiento. Esta complejidad también se traslada a la fase gustativa. Son vinos bien equilibrados.
Prácticas enológicas en la elaboración de los vinos de la Ribera del Duero.-
La vendimia en la zona de producción se realiza con el mayor esmero, dedicándose a la elaboración de vino las mejores uvas, sanas y con una graduación mínima de 11º.
Todas las técnicas que se emplean para la manipulación de la uva, el mosto y el vino, el control de la fermentación y la conservación, serán para la obtención de la máxima calidad del producto, manteniéndose las características particulares de los tipos de vino que se van a amparar en la DOP Ribera del Duero. Para ello se emplea la tecnología más moderna orientada a la consecución del mejor vino posible.
Se aplicarán presiones adecuadas para la extracción del mosto y la separación de los orujos, de tal forma que el rendimiento no sea superior a 70 litros de vino o mosto por cada 100 kilogramos de uva vendimiada.
A tener en cuenta para elaborar estos vino.-
- Vino rosado.- Se elaborará con al menos 50% de variedades tintas autorizadas -Tinta del país, Cabernet Sauvignon, Garnacha tinta, Malbec y Merlot-.
- Vino tinto.- Se elaborará con un mínimo del 75% de la variedad Tinta del país y el resto con las variedades Cabernet Sauvignon, Garnacha tinta, Malbec, Merlot y Albillo Mayor. De todas formas no menos del 95% de la uva empleada para la elaboración del vino tiene que ser Tinta del País -Tempranillo-, Cabernet Souvignon, Merlot y Marbec. La Garnacha y la Albillo están permitidas pero en pequeñas cantidades.
- Crianza.- Los vinos tintos se tienen que someter a un periodo mínimo de envejecimiento de 24 meses, de los cuales un mínimo de 12 lo pasarán en barricas de madera de roble. Los vinos rosados deberán pasar un mínimo de 18 meses de envejecimiento, de los cuales seis tendrán que pasarlos en barricas de madera de roble.
- Reserva.- Los vinos tintos se tienen que someter a un periodo mínimo de envejecimiento de 36 meses, de los cuales un mínimo de 12 lo pasarán en barricas de madera de roble, en una bodega subterránea el resto en botella.
- Gran Reserva.- Los vinos tintos se tienen que someter a un periodo mínimo de envejecimiento de 70 meses, de los cuales un mínimo de 24 lo pasarán en barricas de madera de roble, y 36 meses en botella.También se comercializa el Tinto Joven, es el vino que no tiene crianza en barricas de roble o su crianza es inferior de los 12 meses. Este vino tiene un color rojo guinda.
Los vinos de la Ribera del Duero que estén amparados por la DOP Ribera del Duero tendrán que llevar obligatoriamente y de forma destacada la etiqueta y contraetiqueta de la Denominación de Origen, expedida por el Consejo Regulado.También podrán utilizar en el etiquetado los términos tradicionales de Crianza, Reserva y Gran Reserva.
Zona de producción de los vinos.-
La zona de producción de la Denominación de Origen Protegida Ribera del Duero está situada en la zona norte de la meseta castellana en las provincias españolas de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid, de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
El rio Duero es el eje que une todas las tierras de esta Denominación de Origen Protegida a lo largo de 115 kilómetros, con una anchura de 35 kilómetros.
Esta cuenca ribereña se formó durante el Mioceno. Hoy es una plenillanura con alturas que van de los 750 a los 1000 metros. Está recubierta por sedimentos terciarios constituidos por capas más o menos lenticulares de arenas limosas o arcillosas. Destacando las capas tanto de calizas como de margas y concreciones calcáreas. Hay escasez de materia orgánica.
El clima.-
El terruño y la climatología dan una personalidad propia a los vinos de esta zona de producción de vinos castellanos. Son vinos con una equilibrada acidez natural que va acompañada por una gran profusión fenólica, destacando los tonos azulados procedentes de los antocianos y vitisinas, junto con un tanino de alta calidad polimérica.
El clima tiene una gran influencia en las uvas, ya que la altitud media de la zona es elevada. Esto y los altos saltos térmicos entre el día y la noche, hacen que la maduración de la uva sea larga lo que produce una dulcificación del tanino de forma natural.
La variedad principal es la Tempranillo, también llamada Tinto Fino o Tinta del País. Es la gran variedad y por la cual tienen fama mundial estos vinos. La variedad es la columna vertebral de los vinos Ribera del Duero.
La Tempranillo se ha adaptado tan bien a este medio natural que salen vinos diferentes a otras regiones que también cultivan la Tempranillo. Así mismo han influido las labores culturales propias de la zona como los despampanados y aclareos de racimos.
Todo, para conseguir unas excelentes uvas de las cuales sale uno de los vinos estrella de España.
Origen del vino.-
Los primeros que introdujeron en la Península Ibérica las técnicas y el cultivo de la vid fueron los fenicios, además de las cepas más adecuadas.
La Ribera del Duero siempre ha estado unida al cultivo de la vid y al vino, como a los cereales. Estos dos cultivos han marcado el paisaje desde hace siglos. También ha marcado la personalidad de sus gentes y su cultura.
La tradición vitivinícola de la zona Ribera del Duero la podemos ver en el yacimiento Vacceo-Romano de Pintia en los municipios vallisoletanos de Padilla de Duero y Pesquera de Duero.
Gracias a los trabajos arqueológicos efectuados en este yacimiento se han conocido los aspectos de la organización social, los ritos funerarios, los objetos artesanales y la forma de vida de los habitantes de esa época. Así hemos podido conocer, después de analizar las vasijas, que ya consumían vino en el siglo IV a.C. y qué recipientes usaban para ello. Es una de las referencias más antiguas del consumo de vino del mundo.
Historia del vino.-
Ya más reciente, en la época romana, vemos al dios Baco en un mosaico de 66 m2 descubierto en el término municipal de Baños de Valdearados -Burgos- durante la vendimia de 1972.
Durante la Edad Media -siglos X y XI- la vinculación del cultivo de la vid con la zona se consolida. La reconquista está en pleno apogeo y los árabes se van retirando del suelo castellano ante el empuje castellano.
Durante el medievo las órdenes monásticas son las causantes de la propagación del cultivo de la vid y la cultura del vino. Los monjes elaboraban su propio vino en los monasterios de Valbuena de Duero, Caleruega o La Vid.
En el siglo XIII aparecen las primeras bodegas excavadas en la tierra en localidades de la zona -Aranda de Duero-. El vino y los viñedos ya forman parte del desarrollo cultural y económico de Castilla y en concreto de la Ribera del Duero. A finales de este siglo se empezó a regular la vendimia y a partir del siglo XV se controla la producción del vino y su calidad.
También durante este siglo XV se crean las Ordenanzas de Castilla que regulan el comercio, el control de la población, la introducción de vinos extranjeros y los impuestos.
Los siguientes siglos conocen el auge, la prosperidad y el declive de cultivo de la vid y la elaboración del vino. Así llegamos al año 1982 en la que se crea el primer reglamento de la DOP Ribera del Duero.
(Fotos facilitadas por el Consejo Regulador de la DOP Ribera del Duero)