Cultivo de cerezos y cerezas
El cultivo de cerezos y cerezas. La cereza es el fruto del cerezo, árbol perteneciente a la familia de las «rosáceas». Bajo el término cerezo se distinguen dos árboles: el cerezo silvestre (Prunus avium) y el cerezo ácido, también conocido como «guindo«.
El cerezo silvestre crece en los bosques, junto a los robles, hayas y castaños. Es un árbol caducifolio que vive muchos años y muy vigoroso. Puede llegar a los 30 metros de altura, con un tronco recto y cilíndrico. Las flores son hermafroditas y muy abundantes, empiezan a florecer a mediados de marzo y es un espectáculo ver los cerezos floridos. Se dice que es la nieve de la primavera. Dependiendo de las variedades los frutos empiezan a madurar en la segunda quincena de mayo. Desde siempre el hombre ha esperado con ansia la llegada de las cerezas. Por su dulzor -los pájaros también-, por sus cualidades nutritivas y por su aspecto. Si bonito es ver un cerezo florido, verlo con los frutos maduros es un espectáculo.

Hombres y pájaros esperan impacientes la llegada de las cerezas, es la señal de que el verano está cerca. Las ramas cargadas de cerezas maduras es la señal de que los fríos invernales se han retirado y dan paso al caluroso verano y su abundancia de frutos.
La madera de cerezo es muy apreciada para la construcción de muebles y artesanía.
El cerezo en Francia y Japón.-
Por algo en Versalles (Francia) en el jardín de Luis XIV, el cerezo ocupaba un lugar preferente. Por sus flores en primavera y por el dulzor de sus frutos en los meses de mayo, junio y julio. Es un árbol ornamental y está muy presente en los jardines y huertos de muchas personas.
Los japoneses le rinden homenaje al cerezo cuando está en flor. Celebran la floración del cerezo, reuniéndose bajo los cerezos para comer, bailar y beber. También es costumbre recoger flores para secar sus pétalos y preparar infusiones durante las ceremonias. Además los padres de las parejas de novios beben infusiones de cerezo el día de la petición de mano, como símbolo del nacimiento del amor.

Historia y origen del cultivo del cerezo y cerezas.-
El cultivo de cerezos y cerezas se hace desde la prehistoria. Posiblemente llegó a Europa desde Asia Menor gracias a los pájaros migratorios. Los hombres consumían los frutos silvestres de los cerezos (Prunus avium). Además se han encontrado grandes cantidades de huesos en asentamientos de la Edad de Piedra. Hace 6.000 años a.C. ya se majaban cerezas para obtener un líquido ingerible, que luego de fermentar se convertía en alcohol. Los hombres al consumirlo notaban una gran euforia en el cuerpo.
Teotrasto menciona los principios del cultivo de cerezos y cerezas, 371 años a.C.
Plinio el Viejo, el primer pomólogo conocido, divulgó que fue el cónsul romano Licinio Luculus el que introdujo el cerezo en Italia (año 680) y en Europa. Después de ganar una batalla a Mitrídes VI y conquistar el reino de Ponto. Allí en la ciudad de Cerasonte se cultivaban muchos cerezos. El nombre de cereza viene de Cerasonte (cerasium).

Otras fuentes sobre el origen de los cerezos.-
Otras fuentes dicen que tres siglos antes de que viviera Luculus ya se hablaba en Italia de la cereza. Lo que sí parece cierto, es que Luculus, sí trajo una cereza más grande y más dulce.
Es sabido que los romanos practicaban y con mucho éxito el arte de los injertos. Además de extender el cultivo de cerezos y cerezas por todo el imperio crearon nuevas variedades de cerezas con nuevos sabores. Integrando a los cerezos en el grupo de árboles frutales.
Tenemos que tener en cuenta a las cerezas inglesas que son muy ácidas y que se utilizan para hacer una exitosa compota.
Pomología es la ciencia que se ocupa de los frutos comestibles. Viene del latín «pomum» (fruto), y del griego «logis» (ciencia).
Variedades de Cerezas.-
Las cerezas dulces: Bing, Van, Lambert, Napoleón, Burlat, Stark Ardí Giant, Summit, Hedelfingen, Repblican, Ulster, Ruby, Corazón de Picón, Marmotte, Jaboulay, Esperen, Gordal Blanca, Tardíade Vignola, Moreau, Merched, Revenchón y Picota.

Son las más consumidas, sobre todo su consumo en fresco, aunque también se utilizan para mermeladas, repostería, etc.
Las cerezas ácidas o guindas: Richmond, Montmorency, Schattenmarelle, Sternsbaer, Morello y English Morello.
Se utilizan para la fabricación de licores como el kirsch o para ponerlas en aguardiente -orujo-. Su consumo es muy apreciado así como la ingesta del aguardiente que ha estado en contacto con ellas. Son las famosas guindas en aguardiente, un afamado producto tradicional en Galicia.
Las variedades de cerezos y cerezas del Valle del Jerte (Cáceres).-
En el Valle de Jerte hay plantados más de un millón de cerezos que gozan de un microclima excepcional. Salen millones de kilos de cerezas con la etiqueta de calidad de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte. Las variedades autóctonas de este valle son:
Navalinda. El fruto es grande y acorazonado, la maduración es temprana media, la carne es roja y jugosa, con sabor azucarado. Se recolecta con rabo. No es «picota«.
Ambrunés. El fruto es medio grande, redondeado y ligeramente achatado. La maduración es tardía, su carne es de color vino, de consistencia firme y con jugo abundante y dulce. Se recolecta sin rabo.
Pico Limón negro. Tamaño medio grande de maduración tardía. Los frutos tienen el color negro, la carne es dura y crujiente. El sabor es dulce tirando a áspero. Se recolecta sin rabo.
Pico negro. Los frutos son redondos, de tamaño medio-grande y de maduración tardía. La carne del fruto tiene el color del vino, es crujiente y dura, con escaso jugo, el cual es dulce tirando a áspero. Se recolecta sin rabo.
Pico colorado. La maduración es muy tardía. La cereza es redondeada y de un tamaño medio-grande. Tiene su carne un color rojizo intenso, es dura y crujiente con abundante jugo dulce y un poco áspero. Se recolecta sin rabo.

El consumidor conoce a las cerezas que se venden sin rabo con el nombre de «picotas«.
También hay comarcas en España que tienen cultivos de cerezas con denominación de origen y Marcas de Garantía. Nos referimos a la Cereza del Bierzo, en la Comarca del Bierzo, en León. O la Cereza de la Montaña de Alicante.
Aspecto Nutricional de las Cerezas.-
La cereza es una fuente de azúcar. Tiene vitamina A, B y C, ácidos orgánicos y hierro.
Tiene un alto contenido en minerales, sobre todo potasio, sodio, calcio y magnesio. La cereza es muy diurética, tiene gran riqueza en fibra -celulosa- por ello es muy eficaz para el tránsito intestinal.
Es recomendable masticar bien la cereza antes de ingerirla y no tomar mucho líquido mientras se consume.
Cultivo de Cerezos y Cerezas.-
Marcos de plantación de cerezos.-
El espacio agrario está muy limitado por su morfología topográfica. La mayor parte de las explotaciones se sitúan en pequeños bancales, en laderas con fuertes pendientes y sostenidos por paredes de piedra.
Al hablar de marcos de plantación hay que tener en cuenta que nos estamos refiriendo a distancia entre árboles. La razón es obvia, debido a la estrechez de los bancales, en el 95% de las parcelas existe una única línea de árboles. El marco normal de plantación es de 8 metros de separación entre pies. Con este marco el número de árboles es de 125 árboles por hectárea.

Laboreo, poda y recolección de las cerezas.-
Cada vez más se plantan cerezos injertados desde los viveros. Lo tradicional y la práctica más frecuente es traer los cerezos desde los montes y sierras cercanas, desinfectarlos de posibles plagas y enfermedades y plantarlos. La época para llevar a cabo esta práctica es entre otoño e invierno.
Posterior a la plantación del árbol se lleva a cabo el injerto, cuando éste cuenta con 1 ó 2 años de edad. El tipo de injerto más habitual es el «espiga» que debe realizarse entre enero y febrero.
El sistema de abonado de los cerezos más utilizado sigue basándose en estiércol y el enterramiento de malas hierbas. Este abonado natural se complementa en ocasiones con enmiendas nitrogenadas, cálcicas o potásicas según necesidades del suelo.
La poda de los cerezos es ligera en árboles de producción, limitándose a aclareos y despuntes. En árboles jóvenes se tiende a formarlos mediante supresión de ramas y despunte para obligarlos a ramificar. Por razón del vigor y envergadura que confiere el patrón de cerezo silvestre. Las plantaciones de árboles a todo viento son marcadamente predominantes en toda la zona.
La recolección de las cerezas tiene una duración normal de 12-15 semanas. Se inicia por lo regular a finales del mes de abril y se prolonga hasta principios de agosto en las explotaciones situadas a mayor altitud.

La estructura minifundista de la propiedad de la tierra determina que en la mayor parte de las explotaciones la mano de obra sea de carácter familiar. La recogida de las cerezas es ardua, y precisa adiestramiento. Las cerezas han de recogerse a mano, de una en una, sin que quepan fórmulas mecanizadas sustitutivas. Por la delicadeza del fruto y la complejidad del sistema de cultivo. El sistema manual sigue siendo el único y más apropiado.