Cochinillo o lechón.

Cochinillo segoviano

El cochinillo segoviano, es plato emblemático de la gastronomía de Castilla y León, tiene sus raíces en la Edad Media. La tradición de asar cochinillos o lechones se remonta al siglo XV en la zona castellana de Segovia.

El proceso de crianza y alimentación de los cochinillos.-

Los ganaderos seleccionaban cuidadosamente lechones jóvenes, alimentándolos a base de leche materna. Este método ancestral contribuye al sabor distintivo y la textura tierna del cochinillo.

Asado tradicional del cochinillo segoviano.-

La preparación del cochinillo segoviano implica un asado lento en horno de leña, método que ha perdurado a lo largo de generaciones. La piel crujiente y la carne jugosa son el resultado de esta técnica culinaria única.

Las celebraciones con el cochinillo asado.-

Este manjar se ha convertido en el protagonista de celebraciones y festividades, siendo un emblema de la identidad culinaria de Segovia. Su legado perdura como testimonio de la maestría gastronómica transmitida de generación en generación.

En resumen, el cochinillo segoviano no es solo un plato; es un testamento viviente de la rica historia gastronómica segoviana, castellana y española, uniendo pasado y presente en cada bocado.

Lechones asados
Cochinillos segovianos.

Ingredientes del Cochinillo segoviano
(6 personas)

Un cochinillo de unos 3 kgs
100 grs. de manteca blanca de cerdo o AOVE
5 dientes de ajo de la IGP Ajo Morado de las Pedroñeras
250 c.c. de vino blanco
Laurel
Sal

Elaboración del Cochinillo segoviano

El cochinillo es un plato típico de la provincia de Segovia… que cualquiera en su casa puede preparar.

Dependiendo de los comensales ponemos un cochinillo entero o la mitad. Se compra ya limpio y preparado para meter en el horno.

También se puede sustituir la manteca de cerdo por Aceite de Oliva Virgen Extra -AOVE-. Aunque recomendamos la manteca blanca de cerdo, le da un gusto exquisito.

Lo primero es machacar bien los ajos, con un poquito de sal, y mezclamos bien con la manteca de cerdo o el aceite de oliva virgen extra. Salamos el cochinillo por todas partes y a continuación embadurnamos -con la mano- bien el cochinillo con la mezcla de ajos y manteca.

Con la ayuda de una fuente -o la bandeja del horno- suficientemente grande colocamos el cochinillo, con unas hojas de laurel. Colocando el cochinillo en la fuente, panza arriba. Añadimos el vino blanco y un poquito de agua. Metemos todo en el horno que previamente hemos calentada durante 10 minutos. Mantenemos todo metido en el horno durante una hora a 200º. Cada poco vamos rociando el cochinillo con los jugos que vaya soltando, como consecuencia de la cocción.

El asado del cochinillo segoviano en casa.-

A la hora le damos la vuelta al cochinillo y lo metemos otra vez al horno durante una hora y media como mínimo. Seguimos rociándolo cada poco con el jugo que suelta y si éste no es suficiente, añadimos agua. No es bueno que se quede seco. Es conveniente que pinchemos con un tenedor la piel del cochinillo para que no se formen bolsas de aire.

Finalizado este tiempo se puede interrumpir el proceso hasta un máximo de 48 horas.

El proceso se complementara durante otros 30 min. de horno. Hay que estar pendientes por si hay que proteger alguna parte -orejas, patas y rabo- por si queman. Una vez que la piel se ponga dorada y crujiente se considera que el cochinillo está asado, si no es así se le dejará hasta que alcance el aspecto anteriormente comentado.

Se sirve en la mesa caliente, en la misma fuente y troceado. El vino perfecto para acompañar este plato es un tinto de la Denominación de Origen Protegida Ribera del Duero.

 

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