Migas
Las migas, es un plato tradicional de la gastronomía española, sus orígenes son ancestrales. Surgió en la necesidad de aprovechar el pan duro, en tiempos de escasez. A lo largo de los siglos, ha ido evolucionando y adaptándose a los diferentes territorios. Además de fusionarse con los ingredientes locales de esos territorios y sus métodos de cocinar.
Hay Migas Castellanas, Migas de Gañan, Migas extremeñas, Migas de pastor o Migas ruleras, cara región española tiene su versión para aprovechar el pan duro.
Las migas son el resultado de desmigar pan duro y ser posteriormente humedecido con agua, aceite de oliva o incluso vino. Son cocidas lentamente en una sartén hasta obtener una textura crujiente por fuera y suave por dentro. Añadiéndose otros ingredientes como chorizo, panceta, pimientos y ajos. Lo que antaño era un plato de supervivencia hoy es un gran plato con una gran variedad de sabores y muy contundente.

Diversidad regional de las migas.-
Este plato, aunque asociado principalmente con regiones del interior como Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, ha sido adoptado y adaptado en otras regiones de España. Cada región tiene su propia versión, reflejando la diversidad culinaria y cultural de España. Desde las migas con uvas en La Rioja hasta las migas con pescado en la costa mediterránea. Cada variante añade un matiz único a esté plato tradicional de la Gastronomía Española.
Un plato para compartir.-
Las migas, además de ser un manjar, tienen un fuerte componente social. Tradicionalmente se han compartido en reuniones familiares, amigos o celebraciones comunitarias. Su sencillez en la preparación las convierte en un plato ideal para grandes grupos, donde cada bocado es una invitación a disfrutar de la tradición y el sabor de España.
Resumiendo, las migas, con su humilde origen y su evolución a lo largo de la historia, representan la esencia misma de la gastronomía española. Su capacidad para adaptarse a diferentes gustos y contextos, junto con su papel en la promoción de la unión y la convivencia, las convierte en un tesoro culinario digno de ser apreciado y compartido en todo el mundo.

Ingredientes de las Migas
(4 personas)
Un pan candeal de medio kg. o pan del día anterior
200 gr. de panceta de cerdo
200 gr. de chorizo fresco picante o chistorra
3 pimientos verdes o rojos
Una cabeza de ajo de la IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras
Pimentón de la Denominaciones de Origen Pimentón de la Vera
Aceite de Oliva Virgen Extra con Denominación de Origen
Sal
Elaboración de las Migas extremeñas
Lo primero que haremos el día anterior es cortar el pan más o menos duro en rebanadas. En algunas panaderías lo venden ya cortado para hacer las migas. A continuación en un recipiente ponemos agua y le echamos un poco de sal y pimentón y salpicamos el pan, con cuidado de no mojarlo demasiado. Lo tapamos con un paño y dejamos reposar hasta el día siguiente.
Cogemos una sartén con un poco de aceite de oliva y a fuego medio bajo sofreímos la panceta cortada en trocitos. Reservamos. Tienen que quedar como los Torreznos de Soria.
Seguidamente cortamos el chorizo o chistorra en trocitos y los sofreímos en la misma sartén. También podemos sofreír salchichas frescas blancas. Reservamos junto con la panceta.
En la misma sartén sofreímos los pimientos cortados en tiras -sin semillas- y los dientes de ajo. Los ajos los estrujamos un poco dándoles un golpe encima del diente y no los pelamos. También reservamos el pimiento y el ajo con los torreznos y el chorizo.
Sofreír el pan.-
Con la ayuda de una sartén grande, una olla o una cazuela de barro y la grasa que nos ha quedado de sofreír todos los ingredientes vamos a sofreír o cocer el pan que tenemos reservado desde el día anterior. Si hay poco aceite le añadimos más y si hay mucha grasa la quitamos y la vamos añadiendo si lo necesitamos. Pues el pan tiene que absorberlo todo y sofreírse hasta quedar unas migas sueltas y crujientes. El pan no tiene que quedar pringoso de grasa. Tiene que quedar medianamente crujiente, suelto, pero no pringoso. Las migas tienen que estar sueltas. Para ello hay que estar dándole vueltas al pan en el recipiente para que no se peque al fondo y absorba toda la grasa uniformemente.
En algunos sitios de España se llaman Migas ruleras. Rular quiere decir que hay que estar un tiempo dándole vueltas sin parar hasta que las migas queden sueltas, y nada pringosas de grasa pero tampoco secas. Es importante tener experiencia y haberlas cocinado antes alguna vez para pillarle el truquillo. ¡Cuidado de no quemarlas y que se peguen al fondo de la cazuela!
A continuación servimos las migas en la misma cazuela. Además ponemos por encima de las migas, la panceta, el chorizo, los pimientos y los ajos.
Algunas personas prefieren no mezclar y llevan las migas en la cazuela y los ingredientes fritos en otra fuente aparte. Así cada uno puede comerlas juntas o por separado.
Una sugerencia. Los huevos fritos con migas es un plato riquísimo aunque un poco fuerte… pero una tentación para las personas que disfrutan comiendo.
Acompaña muy bien el vino tinto de cualquier región de España. Yo sugiero un mencía de la DOP Bierzo, un prieto picudo de la DOP León o un tempranillo de la DOP Ribera del Duero.